lunes, 16 de enero de 2012

Las Artes de Santiago de Cuba y Bayamo contra la violencia en la música



Fotos de los talleres contra la violencia en la musica impartidos por el Dr. Julio Cesar Gonzalez Pages en las Escuelas de Instructores de Arte en Santiago de Cuba y Bayamo




Por Equipo Red Iberoamericana de Masculinidades

Uno de los principales propósitos de la Gira Nacional Todas Contracorriente que viene realizándose desde el pasado 6 de enero protagonizado por la cantante cubana Rochy Ameneiro, es llamar la atención acerca de la violencia de género que se genera a través de muchas de las letras de canciones actuales. Junto a ella se encuentra en este importante empeño el historiador cubano Dr. Julio César González Pagés, coordinador general de la Red Iberoamericana de Masculinidades, quien a la par de los conciertos y homenajes a diversas figuras femeninas cubanas en saludo al 100 aniversario del feminismo en Cuba, que realiza la cantante en varias ciudades del país, impartirá un conjunto de talleres sobre la cultura de la violencia en nuestras sociedades y su vínculo con la música titulado Música y cultura de la Violencia.

Esta labor tiene como escenario a diferentes escuelas formadoras de instructores de arte que se encuentran en las ciudades de la Isla donde se presentará Rochy y su grupo. Dos talleres ya tuvieron lugar en Santiago de Cuba y Bayamo el pasado 9 y 12 de enero de 2012 respectivamente. En la primera ciudad el taller se desarrolló en la Escuela Mixta “Pepito Tey”, donde asistieron 180 alumnos y alumnas de las especialidades de Instructores de arte y Formadores/as de Maestros, con el objetivo de sensibilizar a estas/os futuros educadores en la temática de la violencia de género que se refleja a través de la música. En este sentido, la presentación del historiador y la cantante por el director de dicha institución, Juan Carlos Leyva Crespo, dio inicio a la actividad.

González Pagés comenzó con algunas preguntas dirigidas al joven público presente, como cuáles eran sus valoraciones acerca de las imágenes de las mujeres y los hombres de sus canciones y videos clips preferidos, lo cual generó respuestas como la apreciación de que las mujeres eran “promiscuas” y los varones “atractivos”. Igualmente, preguntó acerca de cuál parte del cuerpo femenino ellos/as creían que se exhibían más en los videos clips que consumían, siendo las caderas las ganadoras. Según el tallerista, muchos de los videos en la actualidad a la hora de exhibir a las mujeres lo hacen colocándolas semidesnudas, y sin embargo, los hombres salen bien vestidos y en una relación de superioridad y dominación sobre las primeras.

En consonancia con estas ideas, el historiador y especialista en temas de género y masculinidades apuntó que la música puede servir también como un mecanismo discriminador hacia determinados grupos sociales como las mujeres o personas de escasos recursos económicos, así como la promoción de valores y códigos violentos. Vinculado al tema de la violencia, los varones y las masculinidades, el investigador enfatizó que la violencia es el recurso mediante el cual ejerce el patriarcado su hegemonía sirviéndose de la masculinidad hegemónica como actor para desarrollarla, y que en este sentido las mujeres son las mayores perjudicadas.

Debido a lo anterior y relacionado con la música, expuso que se hace necesario en la actualidad incentivar otros conceptos en este ámbito, lejos del sexismo, la discriminación y la violencia. Luego de la proyección de varios videos clips donde claramente se visualizaba un reflejo de la violencia a través de no sólo las imágenes mostradas sino también en las letras de las canciones, se les pidió a los/as estudiantes sus opiniones acerca de lo exhibido.

Un joven estudiante de cuarto año de la carrera expresó su rechazo hacia el contenido de lo mostrado, aludiendo que era innecesario este recurso utilizado por los músicos y realizadores de los videos. El investigador expresó que muchas veces los/as jóvenes tienden a imitar a sus cantantes favoritos y lo que observan en los videos clips se convierte en metas a seguir.

Otra de las preguntas realizadas fue si les gustaba escuchar y bailar reggaetón, siendo afirmativa en la mayoría de los casos. Sobre este género musical tan criticado o aplaudido en la actualidad debido a las letras de sus canciones y sus videos clips, González Pagés apuntó que el problema no radicaba en este tipo de música en sí, sino en la violencia, el sexismo y discriminación que emanan en muchas de las canciones que se convierten con facilidad en populares, las cuales llegan a un numeroso por ciento de la población, sobre todo a las jóvenes generaciones.

Respecto a los tipos de música y cantantes que ellos/as preferían, respondieron con géneros musicales como la bachata, salsa, reggaetón, la kisomba, la música romántica; y artistas como Waldo Mendoza, Leoni Torres, Gilberto Santarosa, Cándido Fabré, Diana Fuentes o Laritza Bacallao. Una estudiante del tercer año explicaba que optaba por la música romántica porque se cantaba al amor, los afectos, sentimientos y no a la violencia.

El Dr. Julio César González Pagés en pos de combatir este flagelo de la violencia y sexismo en la música, le propuso a los/as estudiantes presentes realizar una convocatoria a nivel nacional entre las escuelas de Instructores de Arte en el país para elegir los 20 peores videos clips del año, como una forma de combatir este fenómeno de la violencia en la música. Igualmente, propuso crear un sitio web como un espacio de interacción y debate acerca de estas temáticas, donde los/as jóvenes pudieran expresar sus inquietudes y planteamientos de lo que acontece en este ámbito.

Luego del taller, Rochy y su grupo ofrecieron un concierto a los futuros/as educadores de arte, quienes disfrutaron de diversos temas musicales que representan nuevas alternativas alejadas de códigos violentos y sexistas. Algo muy curioso sucedió cuando la cantante interpretó el tema Veinte Años, y sorprendentemente tod@s la acompañaron hasta el final.

Al segundo taller, desarrollado en la Escuela Provincial de Arte de la ciudad de Bayamo en la tarde del 12 de enero, asistieron 210 estudiantes entre la mencionada institución y la escuela de Instructores de Arte “Cacique Hatuey”. En esta ocasión, el tallerista comenzó alegando que siempre se debate sobre qué tipo de música le gusta a los/as más jóvenes, pero pocas veces se les pregunta a los mismos directamente, si es un gusto personal o estimulado por los medios de comunicación con su poder de imposición de gustos y tendencias.

En este sentido, González Pagés explicó la relación que existe entre la masculinidad y la violencia, y cómo músicos varones al detentar una masculinidad hegemónica que utiliza la violencia para legitimar el poder sobre las mujeres, utilizan este recurso reflejándose a través de sus canciones y las imágenes que muestran. Sin embargo, esto no se critica por el alegato de que forma parte de la “cultura cubana”, que es inamovible. Algo completamente incierto, ya que es un fundamento que se utiliza de igual forma con la cultura de la violencia, la cual puede en cualquier momento ser erradicada con el esfuerzo de todos/as.

Luego de enunciar la denominada tríada de la violencia, la que ejercen los hombres contra las mujeres, los hombres contra otros hombres y hombres contra sí mismos, se exhibieron varios videos realizados por estudiantes de la Universidad de La Habana, donde se mostraba explícitamente la tríada anterior, pero con la música como canalizadora. Asimismo, se mostraron varios videos clips cubanos, que representaban un canto a la violencia y a la disputa entre diferentes barrios de la capital. También a los/as estudiantes presentes se les preguntó qué tipo de música les gustaba, siendo la música romántica, el reggaetón, la salsa, el rock, la trova y el reggae, los géneros musicales mencionados. Dos estudiantes de la Escuela Provincial de Arte, comentaron que muchas veces sus gustos y expectativas musicales no son potenciadas por los medios ni los espacios recreativos, sino que se les imponen determinados géneros y temas musicales.

Otra problemática abordada fue la imagen que muchos videos muestran de las mujeres, donde solo se exhiben como cuerpos sexuales, siendo una forma de sexismo hacia ellas. En Cuba no podemos permitir con tantos espacios y derechos conquistados en temas de igualdad de género, que a las mujeres se les reduzca de esta manera. Esto sería un retroceso desde la cultura para nuestra sociedad, alegó el autor de la investigación Macho Varón Masculino. Estudios de Masculinidades en Cuba. Retroceso que sería perjudicial, sobre todo para un sector como lo son las niñas, que muchas veces las vemos reproduciendo lo que observan en los videos clips y bailando de formas eróticas, algo de lo que debemos preocuparnos y revertir, afirmó.

González Pagés comentó que sería muy importante el trabajo con los músicos y realizadores para sensibilizarlos, por lo que la censura no es una alternativa para resolver este problema, sino la educación y sensibilización.

La cantante Rochy, presente en el taller, manifestó la necesidad existente que especialistas como el Dr. Julio César González Pagés trabajen con los artistas y les explique todo lo concerniente con la violencia y las discriminaciones que muchas veces emanan en sus labores artísticas. En este sentido, mencionó que varios/as artistas no sienten en ocasiones que sus obras puedan ser perjudiciales para la juventud y la niñez, y por esta ignorancia tienen lugar estas problemáticas, de ahí la importancia de unir a los académicos en el trabajo con los artistas.

Del mismo modo, sin la alianza con los medios de comunicación sería muy difícil revertir esta dinámica de la violencia en la música. Por lo que el trabajo en estos temas con las personas

decisoras en los medios también se convierte una meta a cumplir si realmente se quiere detener este proceso.

El historiador aprovechó la oportunidad para proponer la iniciativa anterior de elegir los 20 peores videos del año por los estudiantes de las escuelas de arte, para erradicar este fenómeno de la propagación de música y videos clips violentos. La creación de un sitio web o la utilización de uno ya existente como espacio de reflexión, especialmente para los/as jóvenes, también fue otra de las iniciativas en esta tarea de lograr una cultura de paz y eliminar los contenidos y valores violentos en la música.

Ir contra la corriente de la música violenta se hace tan necesario como obligatorio si se aspira a que nuestra juventud y niñez crezcan y se eduquen en una sociedad caracterizada por una cultura de paz. Terminado el taller, la cantante Rochy inició su concierto realizando una invitación al escenario a varios/as estudiantes que interpretaron junto a ella varios temas musicales.



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