miércoles, 24 de julio de 2013

Eugenio George: ¿un hombre que dirige mujeres sin violencia?

 
 En la foto Eugenio George y Julio César González Páges con integrantes de la  Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades RIAM en la Habana.

Por: Enmanuel George.


La Habana (RIAM)- Si recordar a Eugenio George implica remontarnos al glorioso tiempo del voleibol femenino cubano, con títulos y satisfacciones en todos los certámenes internacionales, su personalidad y sencillez convocan al diálogo placentero. Más allá de su visita semanal a mi casa, por asuntos familiares, la última ocasión tomó el sentido de una entrevista, realizada por el equipo de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades. Acerca de la discriminación de la mujer y la violencia dentro del deporte, las palabras de Eugenio estuvieron  dispuestas siempre a enseñar

¿Qué representa para un entrenador hombre dirigir un equipo de mujeres?

El voleibol, producto precisamente de todos los tabúes que existían alrededor de las mujeres en el deporte, lógicamente empieza a hacerse necesario y a ver lo importante que era la participación de las mujeres en los ejercicios físicos como una cuestión de salud y también como satisfacción social, y son hombres los que en ese momento se encuentran con la capacidad de dirigir equipos de mujeres. Esto después se transformó y han existido muchas entrenadoras femeninas que han sido extraordinarias. Eso nos fue motivando hasta el extremo de que siendo entrenador de equipos nacionales de hombres, una vez nos tocó trabajar con las mujeres y decidimos quedarnos con ellas. El entrenador de deportes femeninos tiene que tener una serie de características y principios que son muy importantes. Esta actividad sistemática de relacionarlas a todas, llega el momento en que formas un conjunto y creas una dinámica general como grupo, para enfrentar precisamente las potencialidades de otros equipos que están en el alto nivel mundial y poder alcanzar el éxito, y que todas se vean como una sola a la hora de establecer esa lucha.

¿Cuándo comienza la inclusión, de forma más generalizada, de las mujeres en los eventos deportivos?  

En la década del 1940 a 1950 se vio como una cosa normal la presencia de la mujer en el deporte, a pesar de una serie de tabúes que todavía existían. Ya a partir de la década del 50 es la plena incorporación de la mujer en el deporte. Fue algo significativo porque los aspectos científicos, los estudios biológicos y psicológicos de la diferencia entre hombres y mujeres, ya fue creando, acondicionando una ideología y una metodología real que permitía llevar estas expresiones del deporte femenino a la calidad de alto rendimiento. Promueve un estado de salud, de poder físico, de alcanzar una plenitud, que no le impide nada, al contrario, le permite destacarse en otras ramas de la cultura y de la ciencia. Esto determina que en todas las manifestaciones deportivas empiecen a aparecer las mujeres con diferencia a la segunda olimpiada donde solamente existió una prueba femenina. Ahora la mujer está presente en todos los deportes que componen todos los eventos múltiples.

¿Discriminar a las mujeres del espacio deportivo es una manifestación de la violencia?

Yo pienso que sí. Esto se adentra en las consideraciones que se tenían sobre las mujeres.  Implicaba el separarlas de algo que todo el mundo estaba consciente de lo que beneficiaba, porque una mujer es músculo, es corazón, a pesar de su condición femenina. Analizar esas diferencias es importante, pero discriminarla no, porque la estarían privando de un beneficio, de que se manifestara socialmente. Ahora es una consigna de las Naciones Unidas la liberación de la mujer, la lucha por la no violencia contra la mujer. Esto contribuye a que se mire este aspecto con una amplitud de que no exista discriminación.

¿Existe violencia en el voleibol?

Creo que el voleibol es un deporte que se caracteriza precisamente por un espíritu de lucha, pero muy colectivo y cooperativo. Se da muy poco la violencia. A pesar de la gran rivalidad es una característica del voleibol el cariño y el afecto de todas las rivales, de todas las contrarias que tuvimos, tan destacadas por su rendimiento, al igual que las nuestras, que es realmente significativo. Es algo que queda, que es lo normal del deporte, precisamente que los que más duro tuvieron que luchar con otros, se reconozcan más, se valorizan más. Consideran como algo especial el tener algún tipo de relación. Creo que eso pasa en todos los deportistas. No hay nada más lindo que tú reconozcas a un rival que tuviste que vencer, o que te venció en una lucha extraordinaria, por imponerse y lograr tus resultados deportivos. Pero las armas de combate no son con cañones. Es con un recibo, con un buen jab en el boxeo, o un pase en el baloncesto. Todas estas cosas se van a producir en el deporte, pero de una forma lógica, en una lucha con el contrario, para imponerte a través de los resultados de tu táctica y del rendimiento. El deporte lo que trata de regir normalmente es la caballerosidad, creo que educa para eso. Todos los deportistas crean esas condiciones, igual que el respeto al árbitro y el público.

¿Qué importancia tendría que las y los deportistas cubanos se implicaran en campañas por la no violencia?

Yo creo que eso es muy positivo. Todavía por desgracia nosotros tenemos en algunos deportes y algunos lugares hechos desagradables, porque el fanatismo llega a estar por encima del razonamiento, del objetivo del deporte. Pero la violencia sabemos que no conduce a nada, es que no tiene sentido en el deporte. La posición de Cuba debe ser una posición de apoyo incondicional a este proyecto, porque todavía existen estas confusiones con referencia al deporte, donde no hay un deporte desarrollado, donde el fanatismo se va por encima de otro. Estas campañas van a contribuir y creo que deben llegar hasta las escuelas el enseñar desde edades tempranas lo que es deporte y su finalidad, del aspecto competitivo aún en el más alto nivel.

Contar con Eugenio George, declarado por la Federación Internacional de Voleibol FIVB como  el mejor entrenador del voleibol  del siglo XX,  en los propósitos de erradicar la violencia de los escenarios deportivos implica tener la cooperación de un ejemplo de disciplina y conocimiento. Entre los retos venideros del deporte cubano, si bien se encuentran el rescate de nuestros momentos más gloriosos, deben estar añadidos los esfuerzos por eliminar los actos antideportivos y generar del deporte un espacio verdaderamente equitativo.  

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