7/09/2012
Cuando de las páginas de un libro se desprende provocación,
osadía, irreverencia… los lectores tienen que estar preparados. No se trata,
entonces, de leer por leer o de perseguir aventuras, desenlaces criminales e
historias de amor, sino de saber que podemos ser “zarandeados” y “cuestionados”
y que, por ello, debemos estar atentos.
De lo contrario, ¿qué sucedería cuando un lector de estos
tiempos asume la lectura del volumen Por andar vestida de hombre? Es
cierto que recrea la vida de una mujer del siglo XIX, pero que no por lejano su
tiempo se nos hace ajena.
Enriqueta Favez,
la protagonista del libro escrito por el doctor en Ciencias Históricas Julio César González Pagés, fue la primera mujer que ejerció la medicina en Cuba,
vestida de varón, pues era un privilegio vetado para las féminas. Fue juzgada
en un tribunal, al estilo de la Santa Inquisición, por haberse desposado con
una mujer.
Favez padeció prisión y expulsión, y fue obligada a
permanecer en un convento, para proteger el prestigio familiar. Y hoy, luego de
dieciséis años de intensa investigación de Pagés, quien viajó a varios países
para reconstruir la historia, esta mujer deslumbra, vibra y presiona.
Mediante la técnica de la arqueología histórica, esa que, al
decir de la doctora Isabel Moya, directora de la Editorial de la Mujer, es una
nueva mirada a los estudios históricos en la antropología social, el
investigador siguió los pasos de Enriqueta, natural de Suiza (donde tuvo esposo
e hija, fallecidos ambos) y estudiante de Medicina en la Universidad de La
Sorbona, en París.
El especialista se aventuró en los vaivenes de Enriqueta
durante la guerra napoleónica, en la que fungió como cirujana hasta que fue
capturada en España, y también en su viaje a Cuba-bajo el nombre de Enrique
Favez-, donde se asentó en Baracoa y conoció a Juana de León, con quien
contrajo nupcias.
Como era común en aquella época, la presión familiar y de la
sociedad hicieron de Juana un ser infeliz y la llevaron a declarar, falsamente,
que desconocía el sexo de su “esposo”, a pesar de que su amor era
inmenso.
La consulta del expediente que hoy se encuentra en el
Archivo Nacional de Cuba, asegura Pagés, resultó vital para desarrollar la
investigación, pues en él aparecen cartas, informes y otros documentos
originales utilizados en el juicio. Los viajes a Suiza, Baracoa, Guantánamo,
Santiago de Cuba, e incluso Nueva Orleans, a donde fue expulsada luego de
cumplir prisión y donde además ingresó a un convento con el nombre de Sor
Magdalena, también aportaron información valiosa para conformar la
recopilación.
A diferencia de otras obras que tratan sobre la vida de
Enriqueta Favez, esta -presentada en la pasada Noche de los Libros-, no
evade el tema de su posición sexual porque, según afirma González Pagés, no
sería ese motivo suficiente, como lo pensaron otros autores, para descalificar
el heroísmo de esta mujer. “Ella nunca lo negó, a pesar de que nadie la
defendió y fue su juicio, en 1819, el más escandaloso de aquella época…no nos
toca hacerlo a nosotros tampoco. Por eso. Por andar vestida de hombre es
un homenaje a todas las mujeres que han enfrentado desafíos sociales para vivir
sus amores”.
Sin duda, el lector de este libro tiene que estar preparado.
Tiene ante sí, en esas páginas, la historia de una mujer que enfrentó todo tipo
de discriminación por ser guerrera, médica y lesbiana, demasiadas
herejías.
No porque los años hayan transcurrido, algunos pensamientos
ya no sean tan arraigados y no sea necesario asumir otra identidad para
sentirnos a gusto con nosotros mismos, vivimos en tiempos muy
distintos.
Enriqueta Favez, refiere el también coordinador de la Red Iberoamericana de Masculinidades, es un ejemplo de valentía cuando se quiere
actuar de un modo diferente a lo que esperan los demás y lograr sus objetivos
en la vida, a pesar de los obstáculos. Es una muestra de que, con firmeza,
podemos luchar por lo que creemos y amamos, sin que ninguna condición, y menos
nuestra orientación sexual, sea el rasero por el que nos juzguen.
Por eso, Por andar vestida de hombre no es un libro
de historia, insiste el investigador. Es un libro que convoca a un debate sobre
el tema en la Cuba actual, para que una Favez del siglo XIX recupere su
dignidad en el siglo XXI, aunque aún en estos tiempos ella sea una mujer que
asusta.
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