En la foto Eugenio George y Julio César González Páges con integrantes de la Red Iberoamericana y
Africana de Masculinidades RIAM en la Habana.
Por: Enmanuel George.
La Habana
(RIAM)- Si recordar a Eugenio George implica remontarnos al glorioso tiempo del voleibol femenino cubano, con
títulos y satisfacciones en todos los certámenes internacionales, su
personalidad y sencillez convocan al diálogo placentero. Más allá de su visita
semanal a mi casa, por asuntos familiares, la última ocasión tomó el sentido de
una entrevista, realizada por el equipo de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades. Acerca de la discriminación de la mujer y la violencia dentro
del deporte, las palabras de Eugenio estuvieron dispuestas siempre a enseñar
¿Qué
representa para un entrenador hombre dirigir un equipo de mujeres?
El
voleibol, producto precisamente de todos los tabúes que existían alrededor de
las mujeres en el deporte, lógicamente empieza a hacerse necesario y a ver lo
importante que era la participación de las mujeres en los ejercicios físicos
como una cuestión de salud y también como satisfacción social, y son hombres
los que en ese momento se encuentran con la capacidad de dirigir equipos de
mujeres. Esto después se transformó y han existido muchas entrenadoras
femeninas que han sido extraordinarias. Eso nos fue motivando hasta el extremo
de que siendo entrenador de equipos nacionales de hombres, una vez nos tocó
trabajar con las mujeres y decidimos quedarnos con ellas. El entrenador de
deportes femeninos tiene que tener una serie de características y principios
que son muy importantes. Esta actividad sistemática de relacionarlas a todas,
llega el momento en que formas un conjunto y creas una dinámica general como
grupo, para enfrentar precisamente las potencialidades de otros equipos que
están en el alto nivel mundial y poder alcanzar el éxito, y que todas se vean
como una sola a la hora de establecer esa lucha.
¿Cuándo
comienza la inclusión, de forma más generalizada, de las mujeres en los eventos
deportivos?
En la
década del 1940 a 1950 se vio como una cosa normal la presencia de la mujer en
el deporte, a pesar de una serie de tabúes que todavía existían. Ya a partir de
la década del 50 es la plena incorporación de la mujer en el deporte. Fue algo
significativo porque los aspectos científicos, los estudios biológicos y
psicológicos de la diferencia entre hombres y mujeres, ya fue creando,
acondicionando una ideología y una metodología real que permitía llevar estas
expresiones del deporte femenino a la calidad de alto rendimiento. Promueve un
estado de salud, de poder físico, de alcanzar una plenitud, que no le impide
nada, al contrario, le permite destacarse en otras ramas de la cultura y de la
ciencia. Esto determina que en todas las manifestaciones deportivas empiecen a
aparecer las mujeres con diferencia a la segunda olimpiada donde solamente
existió una prueba femenina. Ahora la mujer está presente en todos los deportes
que componen todos los eventos múltiples.
¿Discriminar
a las mujeres del espacio deportivo es una manifestación de la violencia?
Yo
pienso que sí. Esto se adentra en las consideraciones que se tenían sobre las
mujeres. Implicaba el separarlas de algo
que todo el mundo estaba consciente de lo que beneficiaba, porque una mujer es
músculo, es corazón, a pesar de su condición femenina. Analizar esas
diferencias es importante, pero discriminarla no, porque la estarían privando
de un beneficio, de que se manifestara socialmente. Ahora es una consigna de
las Naciones Unidas la liberación de la mujer, la lucha por la no violencia
contra la mujer. Esto contribuye a que se mire este aspecto con una amplitud de
que no exista discriminación.
¿Existe
violencia en el voleibol?
Creo
que el voleibol es un deporte que se caracteriza precisamente por un espíritu
de lucha, pero muy colectivo y cooperativo. Se da muy poco la violencia. A
pesar de la gran rivalidad es una característica del voleibol el cariño y el
afecto de todas las rivales, de todas las contrarias que tuvimos, tan
destacadas por su rendimiento, al igual que las nuestras, que es realmente
significativo. Es algo que queda, que es lo normal del deporte, precisamente
que los que más duro tuvieron que luchar con otros, se reconozcan más, se valorizan
más. Consideran como algo especial el tener algún tipo de relación. Creo que
eso pasa en todos los deportistas. No hay nada más lindo que tú reconozcas a un
rival que tuviste que vencer, o que te venció en una lucha extraordinaria, por
imponerse y lograr tus resultados deportivos. Pero las armas de combate no son
con cañones. Es con un recibo, con un buen jab en el boxeo, o un pase en el
baloncesto. Todas estas cosas se van a producir en el deporte, pero de una
forma lógica, en una lucha con el contrario, para imponerte a través de los
resultados de tu táctica y del rendimiento. El deporte lo que trata de regir
normalmente es la caballerosidad, creo que educa para eso. Todos los
deportistas crean esas condiciones, igual que el respeto al árbitro y el
público.
¿Qué
importancia tendría que las y los deportistas cubanos se implicaran en campañas
por la no violencia?
Yo
creo que eso es muy positivo. Todavía por desgracia nosotros tenemos en algunos
deportes y algunos lugares hechos desagradables, porque el fanatismo llega a
estar por encima del razonamiento, del objetivo del deporte. Pero la violencia
sabemos que no conduce a nada, es que no tiene sentido en el deporte. La
posición de Cuba debe ser una posición de apoyo incondicional a este proyecto,
porque todavía existen estas confusiones con referencia al deporte, donde no
hay un deporte desarrollado, donde el fanatismo se va por encima de otro. Estas
campañas van a contribuir y creo que deben llegar hasta las escuelas el enseñar
desde edades tempranas lo que es deporte y su finalidad, del aspecto
competitivo aún en el más alto nivel.
Contar con Eugenio George, declarado por la Federación Internacional de Voleibol FIVB como el mejor entrenador del voleibol del siglo XX, en los propósitos de erradicar
la violencia de los escenarios deportivos implica tener la cooperación de un
ejemplo de disciplina y conocimiento. Entre los retos venideros del deporte
cubano, si bien se encuentran el rescate de nuestros momentos más gloriosos,
deben estar añadidos los esfuerzos por eliminar los actos antideportivos y
generar del deporte un espacio verdaderamente equitativo.
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