viernes, 27 de enero de 2012
Camagüey y Ciego de Ávila contra la violencia en la música
Por Equipo Red Iberoamericana de Masculinidades
El oriente y parte del centro de Cuba se han unido con gran fuerza a la campaña contra la violencia en la música que protagoniza la cantante Rochy con su Gira Nacional Todas Contracorriente. En la intensa actividad que caracteriza a una gira no solo musical, sino también feminista, ya que en su recorrido la intérprete va homenajeando a varias mujeres relevantes de la historia nacional, Rochy cuenta además con el apoyo del Dr. Julio César González Pagés, quien ha estado impartiendo en las escuelas de instructores de arte de cada provincia, un taller titulado “Música y cultura de la violencia”.
En esta ocasión los escenarios han sido Camagüey y Ciego de Ávila, lugares donde los días 16 y 18 de enero del presente año 2012, el mencionado investigador proporcionó dicho taller en el Centro Mixto “Nicolás Guillén” y la escuela de Instructores de Arte “Manuel Suárez Delgado” respectivamente.
El taller ofrecido en la primera institución ubicada en la capital camagüeyana, contó con la presencia de 300 estudiantes pertenecientes a las especialidades de Formadores de Maestros e Instructores de Arte, así como profesores de la escuela, representantes del Instituto de la Música y los primeros secretarios/as de la FMC y el PCC de la provincia, Betsy Rodríguez Cardoso y Julio César García Rodríguez.
Luego de la presentación de la cantante Rochy explicando los objetivos de su gira por la Isla, el investigador y coordinador de la Red Iberoamericana de Masculinidades, Dr. Julio César González Pagés, inició el taller apuntando que se ha convertido en una importante tarea en nuestra sociedad, la de combatir la violencia de género, y en este caso la que se refleja y trasmite a través de la música.
Es por ello que hace un llamado a no quedarse en el terreno de la crítica, algo muy sencillo de hacer y poco comprometido, sino unirse a esta ardua tarea desde cualquier posición o gestión, ya que todo apoyo en esta temática de combatir la violencia esfundamental.
Desde el punto de vista de la música, enfatizó que no se trata de censurar a ningún músico, género musical o realizador de video clip, sino sensibilizarlos en estas temáticas, para que sus acciones y obras no exacerben esta problemática convertida en un flagelo a nivel mundial. A continuación se exhibió un fragmento del documental Entre el decir y el Silencio de la realizadora Ana Margarita Moreno, que visualiza los estereotipos de género existentes en la sociedad, que discriminan a las mujeres y sitúan a los hombres en una posición de superioridad.
Algo interesante del material audiovisual, es que utiliza para su propósito un variado repertorio musical que apoya con las letras de las canciones lo que se muestra en las imágenes visuales.
González Pagés enunció al joven público presente algunos elementos teóricos como la denominada Tríada de la Violencia, la que se ejerce de hombres contra mujeres, de hombres contra otros hombres y de hombres contra sí mismos. Para ejemplificar esto utilizó varios videos clips y temas musicales donde se puede observar esta la tríada.
Igualmente se apoyó de otros videos realizados por estudiantes universitarios que ponen al descubierto la trasmisión de códigos y valores violentos, pero en este caso con la música como principal mecanismo o vía.
De igual modo habló de cómo los músicos y realizadores de videos clips potencian en sus trabajos el tema del éxito económico. Numerosas canciones y videos en la actualidad tienen como interés principal mostrar solo a hombres adinerados y poderosos, mientras que a las mujeres como dependientes o sumisas a este poder masculino.
Uno de los propósitos del tallerista consiste en interactuar como los/as futuros educadores de arte del país, para conocer cómo piensan respecto a la violencia y cuáles son los géneros musicales y cantantes favoritos/as. Agrupaciones como la Charanga Habanera con sus temas “La Suerte” o “El Charanguero”, los Van Van, reggetoneros como Osmany García La Voz con “Hacer el amor” o “El Chupi Chupi”, el Chacal y Yakarta con “Diciembre” o “Ellas son locas”, intérpretes y cantautores como Diana Fuentes, Silvio Rodríguez, Waldo Mendoza, Buena Fe, Adrian Berazaín o Raúl Paz, fueron los mencionados. Otra de las interrogantes lanzadas fue cuáles eran para ellos/as las imágenes mostradas en los videos clips sobre hombres y mujeres.
Las respuestas situaban a los hombres como “bien vestidos y viriles” y a las mujeres como “sexys y calientes”. Como en talleres anteriores, el investigador propuso que los/as estudiantes de la escuela se unieran en una convocatoria a nivel nacional para elegir los peores 20 videos clips del año, como una forma de contrarrestar el auge de audiovisuales llenos de contenidos violentos y discriminatorios que ofenden a las mujeres, así como propiciar un espacio de debate en estas temáticas para los jóvenes a través de un sitio web, donde pudieran expresar sus inconformidades, inquietudes, y por qué no, también sus propuestas de soluciones.
Al final el tallerista se refirió a quelos artistas cubanosse unen por las causas justas si los convocamos y les damos elementos para cambiar sus textos y conceptos artísticos alejados de códigos y valores violentos, solamente hay que proponérselos y sensibilizarlos. Luego del taller, la cantante Rochy ofreció a los/as presentes un concierto, donde además invitó a un conjunto de la escuela que interpretó el popular tema “El cuarto de Tula”.
El otro taller desarrollado en la escuela de Instructores de Arte del municipio deCiego de Ávila “Manuel Suárez Delgado” el 18 de enero, situada en la localidad de Ceballos, tuvo como auditorio a 263 alumnos/as del centro, además de representantes de la FMC y el Instituto de la Música de la provincia. La actividad comenzó con la presentación de la cantante Rochy, quien explicó el objetivo de la gira que se viene produciendo por casi todas las provincias del país y comunicó la importancia de que precisamente fueran en este tipo de escuelas donde se estuvieran impartiendo los talleres de sensibilización en la temática de violencia de género vinculado con la música, que a continuación el Dr. Julio César González Pagés ofrecería.
Después de su intervención, el tallerista, autor además del libro Macho Varón Masculino. Estudios de Masculinidades en Cuba, se dirigió a los/as presentes jóvenes de las especialidades de Música, Danza, Teatro y Artes Plásticas, comentándoles la temática fundamental que se abordaría en el taller, es decir, sobre la música y la cultura de la violencia. Pero para dinamizar al numeroso grupo e incentivar a un posterior debate, se proyectó un video clip caracterizado por una letra muy sexista y agresiva para las mujeres, protagonizado por varias figuras relevantes del género del reggaetón cubano, canción que fue coreadapor los/as presentes.
González Pagés a continuación explicó que de lo que trataba de criticar no era a ningún ritmo o música en particular, sino que lo preocupante es el efecto que pueda tener una determinada canción sobre las personas que la escuchan, sobre todo en edades jóvenes. Esto si se tiene en cuenta que al analizarse la letra se encuentran elementos que sugieren violencia y discriminaciones que tiene como principales damnificadas a las mujeres, reducidas a meros objetos sexuales con un precio para la compra masculina.
Como parte de la dinámica de los talleres, el tallerista preguntó cuáles eran las canciones y músicos que más escuchaban en la actualidad. Los temas sugeridos fueron “El Charanguero” y la “Suerte” de la agrupación Charanga Habanera, “Frío” de Raúl Torres, “El Cachito” de Kola Loka, “Condinero y pasmao” de El Micha, etc.
Según las respuestas, los/as exhortó a analizar las letras de las canciones que consumen y no dejarse llevar por elementos frívolos o banales. Un llamado de atención por una razón muy importante, ya que los/as presentes serán en un futuro quienes tendrán una incidencia como educadores/as en los gustos musicales de las personas más jóvenes en las aulas, quienes trasmitirán al alumnado sus percepciones sobre determinados valores o estereotipos. En este sentido, se mostró el documental Entre el decir y el Silencio antes mencionado, que aborda esta temática.
El investigador en esta ocasión no podría dejar pasar la oportunidad de mostrarle a los/as presentes algunos videos clips, algunos de la preferencia colectiva, donde primaban los contenidos y letras marcadas por la violencia. Videos que en esta ocasión fueron observados con gran sorpresa desde otro punto de vista, no desde la complacencia, sino con una mirada crítica.
Incitaciones a lacerar a las mujeres o a peleas colectivas entre varones, se mostraban como conceptos en estos videos que desafortunadamente pueden tener una negativa incidencia en la juventud y la niñez. Asimismo enseñó otro ejemplo de realización de videos clips, donde a pesar de que la letra de la canción no es violenta, las imágenes mostradas sí lo son, con lo cual el efecto final es el mismo.
Siguiendo la dinámica de las preguntas, González Pagés esta vez les pidió que expresaran cuáles creían ellos/as que eran las imágenes de hombres y mujeres mostradas en estos videos. Varones “muy atractivos”, con numerosas prendas de oro, fuertes, viriles, exaltando sus músculos, y mujeres semidesnudas, sensuales y siempre bailando alrededor de los hombres, fueron las respuestas más comunes.
De igual manera, algunosvideos realizados por estudiantes universitarios se mostraron en el taller. Uno de ellos identificaba la tríada de la violencia a través de tres canciones diferentes que ganaron premios el año pasado. Otro criticaba una de las formas de violentar a los seres humanos por su opción sexual, es decir, la homofobia.
También el investigador lanzó la sugerencia de elegir entre las escuelas de arte a los perores 20 videos del año en apoyo a esta campaña contra la violencia de género en la música y la discriminación hacia las mujeres. Del mismo modo crear un sitio web para debatir los temas protagonizados por los/as jóvenes, para legitimar el rechazo de estos a la violencia en el arte musical.
Como siempre, terminado el taller, la cantante Rochy y su grupo ofrecieron un concierto con una variada propuesta musical, invitando además al escenario a una joven cantante de la escuela a interpretar junto a ella. Un suceso curioso tuvo lugar cuando masivamente los/as presentes cantaron junto a la intérprete temas musicales no tan populares entre los más jóvenes, que indicaba un amplio dominio musical de los/as mismas. Esto reafirmó algo mencionado por el investigador González Pagés: a los jóvenes no les gusta la música violenta, sino que constantemente se les está vendiendo en los medios. Entonces que lo necesitan son nuevas y diversas propuestas alejadas de las tendencias musicales negativas y violentas.
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