lunes, 1 de abril de 2013

Noventa Aniversario del Primer Congreso Nacional de Mujeres de Cuba*





Hoy 1 de abril del 2013 se cumple el noventa aniversario de la inauguración, en el actual Gran Teatro de la Habana, del Primer Congreso Nacional  de Mujeres de Cuba. Las páginas de Feminismo en Cuba le rinden tributo a todas las mujeres y hombres que hicieron posible este sueño

Por Julio César González Pagés

En 1921, por iniciativa del Club Femenino, se creó la Federación Nacional de Asociaciones Femeninas de Cuba,  la cual convocaría a la celebración del  Primer  Congreso Na­cional de Mujeres que tendría la particularidad de ser el primero celebrado en Hispanoamérica.

La participación del evento fue abierta a todas las organizaciones femeninas del país a partir de cuatro bases que debían ser cumplidas y en las que se exhortaba a no emitir criterios desfa­vorables contra el feminismo o el sufragismo y a no hacer proselitismo religioso o político.

El Comité Ejecutivo del Congreso estuvo presidido por Pilar Morlón de Menéndez, quien fue secundada por una multifacética conformación de mujeres de las diferentes organizaciones y re­giones del país.
El Primer Congreso Nacional de Mujeres se reunió en la Academia de Ciencias de La Habana del 1 al 7 de abril de 1923, con un temario dividido en 36 polémicos puntos debatidos por las mujeres en acalorados encuentros. 

En el acto inaugural, celebrado el domingo 1 de abril,  a las nueve de la noche, en el Teatro Nacional, y ante una concurrencia que lo abarrotó, Pilar Morlón pronunció un discurso donde ella misma se sorprendía de que el Congreso fuera ideado y autofinanciado por las propias mujeres:

Una revolución, sí, efectivamente es revolución pacífica o evolución, no importa el nombre, pero algo nuevo, algo desconocido entre nosotros, donde hasta hoy la mujer tuvo sus actividades limitadas a un papel humildemente pasivo, algo cambiado inexorablemente en la marcha habitual de nuestras cosas (...) Es ésta nuestra Revolución.

Las palabras de Morlón no estuvieron lejos de lo que pasó, se habló de temas ecológicos, nacionalistas, sociales, políticos, económicos y de legislación obrera.

Las ponencias oficiales al evento fueron distribuidas en seis grupos, el voto para las mujeres aparecía en el primero, siendo  debatido en la noche del 6 de abril. La primera de las ponencias, titulada "Sufragio Femenino", fue expuesta por Pilar Jorge de Tella en un emocionado discurso donde subió tanto su voz que se oía en la calle. En ella puntualizó que:"...nadie ignora que el sufragio es la garantía reafirmadora de la personalidad del individuo".  La unión entre voto e individuo era una de las formas más defendidas para explicar que mientras esto no sucediera las mujeres en el país, estas no participarían plenamente en la conformación de una esfera pública cosmopolita que las incluyera como ciudadanas políticas.

Otras tres intervenciones se defenderían con igual nivel de pasión llegando a calificar la exclusión de la población femenina como una "inmoralidad social".  La más orgánica de las ponen­cias presentadas fue la de Hortensia Lamar y del Monte, aplaudida delirantemente con gritos de ¡Voto para la mujer!. Ella afirmaría que el sufragismo no era la desviación del feminismo sino una modalidad que permitiría "la igualdad política en la ciudadanía".

Ninguna de las interpretaciones calificó la forma en que se debía conceder el voto: de forma restringida o como el universal masculino, lo que  permitiría que no se restringiera a condicionantes sociales, educacional o racial.

El sufragio femenino fue un punto de unidad de las mujeres en este evento. Entre las conclusiones aprobadas fue la primera: "que se emprenda por todas las mujeres de la República una campaña intensa para obtener el voto, como primera medida de profilaxis social". Y la última “Trabajar intensa y eficazmente, con todos los meios lícitos a nuestro alcance y sin contraer compromisos con ningún partido para obtener el derecho al sufragio”.

El Primer Congreso Femenino llamó la atención de la prensa en general y permitió que un importante grupo de mujeres empezara a realizar un nuevo tipo de periodismo alejado de los "recetarios de cocina y atenciones domésticas";  y ayudando a la formación de una esfera pública en la que opinaban y cambiaban el estereotipo banal que se les otorgaba.

*Este texto forma parte del libro En busca de un espacio: Historia de las mujeres en Cuba (La Habana, Editorial Ciencias Sociales, 2003)

Relatoría sobre la exposición “Mujeres bajo sospecha.” Memoria y Sexualidad (1930-1980). * Relatoría "Mujeres bajo sospecha". Memoria y sexualidad (1930-1980)*


  


 Por Alberto Góngora Sanz
 Coordinador en España de la Red Iberoamericana 
y Africana de Masculinidades  

“Mujeres bajo sospecha” nos hace un intrépido y minucioso  recorrido acerca de la sexualidad reprimida de las mujeres en España entre 1930 y 1980  durante el período de la dictadura franquista, con varios elementos protagonistas, por un lado la II República;  la iglesia, que se convirtió en un poder de carácter absoluto y de adoctrinamiento;  y el bando fascista de la Falange, los cuales, tras terminar la Guerra Civil, y con ella la caída de la II República(1931-1939), el franquismo emprendió una campaña reeducativa encabezada por la Sección Femenina de la Falange a mano de Pilar Primo de Rivera, empeñada en despojar todos los logros y avances sociales  conseguidos por las mujeres durante el período republicano, entre otras cosas su modelo de emancipación, unos derechos fundamentales conseguidos en la Constitución de 1931, el derecho a voto, el derecho al divorcio por mutuo acuerdo, la suspensión del delito de adulterio solo aplicable para las mujeres, se estableció el Seguro Obligatorio de Maternidad (prohibiendo así el despido por maternidad), se aprobó la igualdad salarial entre sexos, entre otros logros.
  
En Cataluña, incluso, se llegó más lejos, y se permitió la dispensación de anticonceptivos, se despenalizó y legalizó el aborto.  Dando así un impulso de progreso, cultura y libertad al Estado Español entre el 1931 y 1939, fecha del final de la Guerra Civil Española, que dio paso a la dictadura del general Franco,  siendo truncada esta evolución social por el levantamiento militar. La II República supuso, especialmente para las mujeres, un cambio liberalizador importante.

Todo esto y mucho más recoge esta excelente exposición “Mujeres bajo sospecha”, que estará en Madrid hasta el 10 de febrero de 2013. Donde a través de una excelente documentación gráfica original, desde fotografías u objetos  a carnets particulares de la Sección Femenina Falangista (la cual acreditaba la formación obligatoria de las mujeres como amas de casa), nos revela la represión a la que estaban sometidas todas las mujeres, quedando con el único objetivo en la vida de convertirse en sumisa cónyuge  del hombre primero y en devota madre después, siempre en el espacio doméstico, limitándolas su acceso a la ciudadanía y a la libertad de esta manera tan cobarde.   
  
Un recorrido que va de lo íntimo a lo público que nos hace viajar en el tiempo y ponernos en la piel de todas esas mujeres que lucharon por su libertad ante los opresores franquistas, aparecen testimonios reales de mujeres que marcaron una época sin que ellas lo supieran, con el  discurso de mujeres que amaron a otras mujeres durante el franquismo, como es el caso de la librera Luisa Salmerón de la que hablaremos más adelante,  ni que decir tiene la artista Maruja Mallo, su compañera de estudios Margarita Manso y la poeta, campeona de natación y gimnasta Concha Méndez, siendo el primer grupo de mujeres españolas en utilizar bikini allá por los años 30, amigas de corredurías madrileñas, también fueron las primeras mujeres en realizar la práctica de deportes, y a lucir por las calles de Madrid sus cortas melenas sin sombrero, siendo criticadas por la sociedad de la época, comenzando así la corriente llamada “sinsombrerismo”, la cual abrió un camino a la batalla por el pelo corto de las mujeres, y permitió a muchas hacer de su aspecto e indumentaria un signo de libertad y modernidad,  también me encontré la bonita historia de Elisa y Marcela, dos mujeres que se amaban y para contraer matrimonio Elisa se travistió de hombre, cambiando de aspecto y nombre al de Mario, pudiendo así contraer matrimonio en España, siendo más tarde descubiertas y perseguidas por el régimen cual herejes, consiguiendo escapar a Argentina y convirtiéndose a la fuerza en el primer matrimonio homosexual en España.                                                                              

No menos importante en la exposición es la figura de  la escritora Carlota O`Neill (1905-2000), periodista feminista, fundadora y directora de la revista “Nosotras” en 1934 , que después que el bando sublevado franquista asesinara a su marido, el capitán Virgilio Leret, fue detenida, como muchas otras hijas y mujeres de republicanos, y separada de sus hijas, Carlota y Mariela.                                                                   
Fue juzgada por un tribunal militar dieciocho meses después de su detención y condenada a seis años de prisión, por saber ruso, por “rebeldía moral”  y por su responsabilidad en los actos de su marido, siendo ejecutado éste por oponerse a la sublevación franquista[, dando lugar al odio y al exterminio en la Guerra Civil.

Una vez fuera de la cárcel, Carlota O`Neill se exilió en Venezuela donde escribió “Una mujer en la guerra de España”, donde narró su experiencia.

Volviendo a la librera lesbiana Luisa Salmerón, durante la muestra “Mujeres bajo sospecha”, se reproduce un video relato de la librera junto a la actriz española Carmen Maura, realizando esta última el papel de mediadora, donde Luisa cuenta anécdotas de la época, como cuando tenía que hablar en códigos con sus amigas lesbianas, a la par compañeras del gremio de la librería.

-          Hoy he descubierto un tebeo que me ha gustado mucho, aunque no se de qué editorial es.
-          Ah! Pues preséntamelo cuando puedas.

Contaba Luisa Salmerón una conversación real que mantuvo con un grupo de amigas lesbianas, rodeada en aquel momento de hombres y mujeres desconocidas, no podía ser descubierta su condición sexual por miedo a represalias, pero admite que en ocasiones resultaba divertido, contaba la entrañable librera ante la tierna sonrisa de Carmen Maura.  

Y es que en la Barcelona de los años 40 y 50, mujeres de origen popular y obrero se juntaban con otras clases más pudientes, artistas y gente de la farándula, así como con varones homosexuales, con el objetivo común de disfrutar de un espacio de libertad sexual. Invisibles para la mayoría, manejaban códigos secretos de mutuo reconocimiento.  Hacían excursiones, ligaban en la Playa de la Barceloneta, organizaban fiestas, frecuentaban locales a los que convertían en de ambiente, visitaban burdeles y fundaban familias que hoy llamaríamos alternativas.

Preciso decir para los más despistados que los “tebeos” a los que se refería Luisa Salmerón eran realmente mujeres.

“Mujeres bajo sospecha” también nos delata la revolución social que se produjo en España a principios de los 70, los últimos años de la dictadura, cuando el llamado “destape” llega a los medios produciendo una fuerte conmoción en la sexualidad.                                                  

 El cine, la música, la literatura recibe un soplo de aire fresco. Se respira más libertad en las calles, especialmente en Barcelona, allí nace la revista Vindicación Feminista y el primer bar de lesbianas en España, el Daniel´s,  donde la propia Luisa Salmerón , hoy cerca de los 80 años, nos cuenta anécdotas del lugar y lo bien que se lo pasaba allí.

Concluyendo esta relatoría, cabe señalar el compromiso asumido por las autoras de “Mujeres bajo sospecha” frente al tema, realizando una minuciosa investigación  pese a la dificultad de ser un tema sobre el que ha primado una política de negación radical.

Consiguiendo reunir a unas protagonistas que apenas resultan visibles más hallá de un círculo estrecho, las mujeres puestas bajo sospecha durante la dictadura franquista, que a pesar de estar duramente reprimidas o aburridamente conformadas, en ocasiones encontraron espacios de libertad en los que expresarse con voz propia.


Ver más foto de la expo http://www.facebook.com/media/set/?set=a.153017751518528.35210.127136374106666&type=1

*La exposición “Mujeres bajo sospecha. Memoria y Sexualidad (1930-1980)”, estuvo hasta el 10 de Febrero de 2013 en el Edificio Ateneo de Madrid. Comisariada por Raquel Osborne y María Rosón, Doctora en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Arte y Cultura Visual de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) respectivamente,  y organizada por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UNED.